Veda y psicología moderna

La psicología moderna es el resultado de la suma de muchos esfuerzos consistentes en abrir espacio para un estudio sistemático del comportamiento humano. Este logro contrasta con la presencia del estudio del comportamiento humano presente desde hace mucho siglos atrás en oriente. Se hace entonces indispensable que la psicología moderna tenga entre sus consideraciones la visión de su hermana mayor con muchos más años de experiencia y evolución. 

 

Los aportes de oriente en este campo vienen en muchas formas, diferentes relatos y conceptos sobre el mundo y el ser son presentados de forma abierta. Sin embargo, para lograr un verdadero impacto debemos ir al aporte sustancial y primario. Un aporte que toca las raíces mismas de la psicología. 

Nos referimos al mundo interno del ser, en donde surje la dirección para sus comportamientos. Por su naturaleza este mundo no puede ser percibido. De ahí que si la psicología espera que con el tiempo se pueda observar lo inobservable bajo sus propios métodos está perdiendo el tiempo. Si bien muchos de sus descubrimientos en la superficie, es decir en el campo visible son sin duda de gran aporte para el estudio del ser. Es indispensable que conozca la naturaleza de su campo de estudio y se entrene en la manera de verlo. Y es ahí en donde entra el yoga. No sólo para brindar un contenido encontrado sino también un método. Siendo las dos cosas igualmente importantes. 

 

En el campo conceptual encontramos el aporte de la consciencia y sus cinco diferentes estados así como sus manifestaciones. La consciencia no puede ser vista pero puede percibirse en sus síntomas. Es a partir de ella que se manifiestan los sentidos de percepción, es decir está antes que el cuerpo. La consciencia da origen al cuerpo y se mantiene después de él. 

 

Así tenemos el aporte conceptual de oriente que invita a la psicología que antes sólo media reacciones y reflejos condicionados y luego profundizó hasta tendencias, estructuras de pensamiento, y otros elementos sutiles, a que incluya la innegable presencia e influencia del aspecto espiritual.

La diferencia entre un cuerpo vivo y un cuerpo muerto radica en que la consciencia, el alma ya no está presente. Todo lo visible se mantiene en el lugar que estaba un segundo antes de morir, pero ahora ya no hay conciencia en ese cuerpo. 

 

Así tenemos el aporte conceptual de oriente que invita a la psicología que antes sólo media reacciones y reflejos condicionados y luego profundizó hasta tendencias, estructuras de pensamiento, y otros elementos sutiles, a que incluya la innegable presencia e influencia del aspecto espiritual. Justamente porque con su inclusión se abren las puertas a su capacidad sanadora. Es importante aclarar que la psicología transpersonal ya incluye elementos espirituales. Sin embargo todavía lo hace desde una visión muy general de lo que es espiritualidad, con la posibilidad de perder el carácter individual de cada alma. Lo cual es justo el aporte sustancial de la filosofía de oriente. Un interpretación de la espiritualidad en donde hay una sóla instancia uniforme, le quita a cada alma su capacidad personal, desde donde nace la variedad del gozo real y la capacidad de relación y por lo tanto de amor. 

 

Aceptar la dimensión espiritual, y este es el aporte del método del yoga a la psicología, requiere abordar la espiritualidad desde la individualidad. El ser se sostiene sobre el alma, que si bien pertenece a la misma esfera de las otras almas, no por ello debemos concluir que se funde con las demás.  Mi trabajo individual continúa, más ahora que he abandonado mis consideraciones erróneas sobre mi yo. A veces se plantea que lo erróneo es justamente lo individual, pero esto es porque sólo se tiene experiencia de una individualidad que se manifiesta desde el egoísmo y la competencia, tan característico de este plano material. La riqueza de los textos del yoga nos permiten conocer y familiarizarnos con las dinámicas de ese otro plano, algo que podemos ejercer desde acá, justamente en nuestro actuar como individuos. 

 

La experiencia individual válida la búsqueda individual y la escucha del guardián interno. Así como las experiencias de intuición de conexión espiritual, que se manifiestan con el absoluto, en sus múltiples aspectos, pero siempre partiendo de una experiencia personal-individual. Tales experiencias cuentan con recursos presentados en la literatura de oriente los cuales están disponibles dejando al individuo la libertad de elección. 

 

El estudio del ser en el yoga le devuelve a éste la responsabilidad sobre su lugar en el mundo y la dedicación de su tiempo. Presentando las distintas posibilidades de conexión permanente con el absoluto, finalmente la relación que se establece con nuestra identidad espiritual y con la divinidad depende de lo que libremente dispongamos y dediquemos. Como elemento de partida se quita la idea de que Dios o el universo nos deben, y nos han fallado, construyendo una personalidad de queja constante. Más bien se anima a un estudio responsable, lleno de entusiasmo y de acciones prácticas. 

 

Existe una dimensión del individuo que pierde perspectiva de la vida y del universo cuando no toma en cuenta la eterna realidad, la eterna existencia. Es así como la psicología se ve tremendamente enriquecida cuando le permite a los individuos, sin amenazas institucionales ni supuestas tradiciones manipuladas, restaurar su conexión individual con la espiritualidad y con Dios.

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